No es soplar y hacer Tratados

Por: Flavia Rovira*

La noticia de que Uruguay se encuentra negociando un Tratado de Libre Comercio (TLC) es habitualmente acompañada por enfrentamientos ideológicos y técnicos sobre las ganancias y perjuicios que puede traer la concreción de los mismos. Como trataré de explicar más adelante, estas discusiones y el freno que ello implica para la firma de tratados encajan perfectamente con lo que puede esperarse en la situación de Uruguay. En primer lugar los TLC no abundan realmente, porque existen perdedores del proceso. Segundo, si uno mira el comportamiento de un conjunto importante de países, las democracias más consolidadas han  tenido menos probabilidad de proponer acuerdos comerciales. En tercer lugar, algunos de los países con los que naturalmente debería tener tratados el país ya son socios.

En los siguientes párrafos ahondaré sobre estos puntos, y comentaré algunas variables que se asocian con una mayor probabilidad de firmar TLCs en general, y otras que ayudan a determinar con quién es más probable que se pueda concretar un tratado de este tipo, según surge de un trabajo reciente (Rovira y Vaillant, 2018).

Si pensamos en los TLC como las conexiones que vinculan a unos países con otros en una red global, a comienzos del 2000 todavía había varios países que se encontraban aislados. Desde la economía política esto se puede explicar desde el punto de vista de un sistema político que debe tomar la decisión de firmar un TLC enfrentando presiones contrapuestas de los actores domésticos que ganan por el acceso a nuevos mercado y aquellos que pierden por la entrega de mercado doméstico a terceros países.

Teniendo en claro lo anterior, existen factores que hacen que el beneficio político en algunos casos supere los costos. El primero es el propio proceso de liberalización: a medida que los países salen del aislamiento, el costo político de un nuevo TLC debería ser menor, por ejemplo, por el debilitamiento de los sectores que necesitan protección ya sea por desaparición o por adaptación.

En el trabajo citado la mayor democratización de la economía (suponiendo todo lo demás constante) se asocia a menores chances de que el país tenga iniciativas para proponer un TLC, aunque debe tenerse en cuenta que para dicho estudio los países de la Unión Europea fueron considerados como un único país. En realidad, en la literatura no hay una posición definida sobre esta relación. Sin embargo, no es descabellado pensar que en democracia las discusiones entre actores con visiones e intereses contrapuestos permeen a los niveles políticos de toma de decisión, enlenteciendo el paso al que se concretan los tratados.

En sentido contrario, cuan remoto esta un país, medido como la distancia promedio a la que se encuentra de cualquier otro país del mundo, aumentaría la probabilidad de firmar un TLC. Esto se debe a que países remotos, con costo altos de transporte asociados a su relativa distancia necesitan reducir aquellos no asociados este elemento natural, en particular, los costos asociados a la política comercial.

En un segundo nivel, otro grupo de factores actúan sobre los incentivos de firmar tratados con unos países y no con otros, es decir ya no dependen sólo del país, sino de características de los pares de países. En este sentido, es más probable firmar un tratado con los países que pertenezcan a los bloques geográficos naturales, aquéllos que tengan un tamaño similar (medido por el PIB), y con quienes exista un flujo comercial previo relativamente importante.

Finalmente, los países tienen mayores incentivos a firmar tratados con aquéllos países que tengan TLC con sus socios (es decir, a evitar la discriminación frente a sus socios). Por otra parte, cuando la discriminación que un país enfrenta en un mercado favorece a un “rival comercial”, se acrecentarán los incentivos para firmar un acuerdo comercial con el país que lo discrimina. Vale aclarar que un rival comercial es un país que se especializa en un set de productos similar al propio, lo que significaría que compite por clientes.

¿Dónde se puede ubicar a Uruguay frente a todo este conjunto de fuerzas que actúan en distintas direcciones?  El país tiene el privilegio de ser una de las pocas democracias perfectas en el mundo, según el indicador de Polity IV, lo que dada la posición actual de Uruguay en la red de TLC enlentece su probabilidad de firmar estos tratados. Sin embargo, al ser un país relativamente remoto y enfrentar discriminación, tiene incentivos para aumentar la cantidad de acuerdos preferenciales. Este último es el motor del efecto dominó del regionalismo (Baldwin), que hace que los países unas vez que suscriben acuerdos  generen incentivos a que los otros lo hagan.

¿Hacia dónde debe dirigir Uruguay la mirada para buscar nuevos socios? El país ya tiene acuerdos con varios países del bloque geográfico, aunque sería natural profundizar la apertura  con otros países de la región. Fuera de este grupo de socios naturales, tiene sentido analizar en un futuro y, poner en la mesa del debate público, en qué mercados el país está siendo más discriminado en aquéllos productos en los que se especializa; allí pueden haber oportunidades.  Incluso se puede plantear este debate en forma prospectiva, pensando en la discriminación a favor de rivales en aquéllos productos en donde existe el interés en especializarse.

Por último, debe tomarse en cuenta que la política comercial uruguaya está estrechamente vinculada a su participación en el MERCOSUR, por lo que estas variables deben analizarse también para el resto de los países del bloque. Y por último y para nada menor, los acuerdos comerciales responden a un interés mutuo. Por lo tanto, la probabilidad de concretar un acuerdo comercial será necesariamente dependiente de lo atractivo (en todas las variables anteriores) que sea nuestro país o el bloque comercial para otros mercados.

En suma, existen elementos objetivos que explican el lento avance en la firma de TLCs hasta el momento. También las presiones a favor de firmar tratados seguirán presentes y es esperable que crezcan a medida que se concreten nuevos acuerdos. Al existir ganadores y perdedores del proceso, el análisis profundo del impacto esperado en cada caso específico resultará fundamental para tomar decisiones que sean óptimas dentro del set de opciones que tiene el país.

 

***Rovira y Vaillant (2018). Why do countries engage in the Preferential Trade Agreement Network? WP del Departamento de Economía, FCS Nº 04/18

 

*Investigadora de CINVE. Candidata a Doctora en Economía por la Universidad de la República (email: [email protected])

Post Author: Diego